Aprovechando un feriado nacional decidimos visitar La Fortuna de San Carlos para relajarnos en las aguas termales y realizar actividades en familia cómodas y seguras. Reservamos en un hotel que tuviera vista privilegiada del Volcán Arenal y contara con aguas termales en sus instalaciones ya que sinceramente y con mucha pena reconozco que nunca había ido a disfrutar de las bellezas que La Fortuna ofrece.
De camino pasamos por Zarcero de Alajuela para que los chicos conocieran su emblemático parque con arbustos podados de diferentes formas y su hermosa iglesia; después de un sin fin de curvas y nauseas llegamos a nuestro destino y empezó mi tour gastronómico que no tenía planeado pero gratamente me sorprendió, cada lugar que visitamos los precios y calidad eran impresionantemente buenos, les pasaré la lista al final.
Tuvimos la suerte de lograr ver el volcán durante medio día ya que se nubla con mucha rapidez durante gran parte del día; condiciones típicas de la zona. Aprovechamos y fuimos a los puentes colgantes Místico que incluye un recorrido de 3.2Km caminando por senderos en perfecto estado atravesando aproximadamente 15 puentes colgantes. Los sonidos de la naturaleza eran impresionantes, el lugar perfectamente cuidado y señalizado y las instalaciones físicas de primera. La entrada para los nacionales es prácticamente la mitad del precio que deben de pagar los extranjeros y si tuviéramos que pagar el precio total vale la pena hacerlo.
Pasamos por la “villa de los pitufos”, así no se llama pero me pareció tan lindo y coqueto que me hizo sentir como si me encontrara en una fábula y luego llegamos a una hermosa catarata con un balcón ideal para fotografías; realmente recomiendo este lugar para pasar un rato agradable en familia excepto para aquellos que padecen de vértigo.
Ese mismo día y aprovechando que aún no llovía visitamos la catarata Río Fortuna que se encuentra ubicado en una reserva biológica que forma parte del Parque Nacional Volcán Arenal, de igual manera las instalaciones bien cuidadas y excelente servicio, los souvenir me agradaron ya que por primera vez los encontré a un precio totalmente justo tanto para nacionales como para extranjeros; nuevamente por ser costarricenses la entrada sale a mitad de su precio regular, muy accesible. El recorrido fue de 500 gradas en descenso para llegar al punto exacto donde se encuentra la catarata y 500 gradas en ascenso para poder salir de ahí (agotador pero divertido). Un lugar maravilloso y entre ambos recorridos completamos el ejercicio del día y nos ganamos el almuerzo.
En la tarde nos dispusimos a disfrutar de las aguas termales; al día siguiente anduvimos en bicicleta antes de salir del hotel rumbo de nuevo a San José esta vez por San Ramón con un espectáculo de vistas naturales que me hacen sentir orgullosa de mi hermoso país.
Una recomendación muy importante, salgan a comer a los restaurantes de la zona para apoyar el comercio local; se van a sorprender.
Restaurante Victorino´s ( en El Tanque de La Fortuna, comida costarricense , un lugar seguro y limpio con una pecera que entretiene tanto a niños como a grandes; ordené con mi hija un plato surtido para dos; estaba realmente rico y podríamos haber comido los 4 sin problema).
Restaurante Tiquicia (700 metros sur del redondel de toros de La Fortuna, comida costarricense, super agradable y limpio, aquí probé un lomo salteado en una salsa de culantro coyote acompañado de yuca y picadillo de raíz de papaya, para el postre un arroz con leche buenísimo).
Restaurante La Caribeña ( ubicado en el centro turístico de La fortuna, un lugar que me encantó además de la comida por su decoración, pedimos entre los platos un Rice&beans con pescado en salsa caribeña que me encantó, excelentes precios).
Restaurante Red Frog Coffee Roaster ( al igual que el anterior se encuentra en el centro turístico, mientras uno espera por la comida el olor a café tostado nos hizo sentir muy a gusto, las enchiladas de camarón en salsa de tomate natural para chuparse los dedos).
Me fui encantada con el lugar, por cuestión de tiempo no pudimos hacer muchas actividades pero existen una infinidad de cosas para hacer mientras uno se encuentra en San Carlos ya sea por tierra, aire o agua. De camino a casa fuimos llenando el carro de productos de las diferentes fruterías de la zona, plátanos maduros, piñas y naranjas. Divino!.
Un abrazo y hasta mi próxima publicación.