Nuestra nueva realidad social…
Hace un tiempo me encontraba con mi hija en la sala de espera de un consultorio; además de nosotras dos, había cuatro madres con sus hijos todos muy concentrados en lo suyo. Las señoras con sus teléfonos y los más chicos en la tableta; en ese momento terminé de convencerme de como la tecnología está consumiéndonos.
Probablemente si al llegar a la sala de espera ésta estuviera vacía, la probabilidad de que yo sacara mi celular hubiera sido alta; pero, al ver lo que sucedía al mi alrededor, tomé una revista y empecé a leerla con mi hija, podía observar como los presentes contestaba a las pocas preguntas que se hacían entre sí sin tan siquiera quitar los ojos de la pantalla, con respuestas escuetas y desganadas “aha, aha“, “si, si”, “ah”.
La situación anterior tiene nombre y es “Phubbing“; yo desconocía este concepto hasta que una amiga me envió un artículo que tocaba el tema y la forma en que ha destruido relaciones. Su definición oficial es: “Acto de un individuo o persona a ignorar su entorno por concentrarse en la tecnología móvil, ya sea un teléfono inteligente, tableta, portátil, u otro objeto inteligente“. Este término apareció en el año 2007, al mismo tiempo que se popularizaron los teléfonos inteligentes (Wikipedia) y surge de la combinación de dos palabras, “phone” (teléfono) y “snubbing” (rechazo)
Hoy en día prestamos más atención al teléfono que al entorno. Esta creciente dependencia hacia los dispositivos ha hecho que nuestras habilidades sociales se vean afectadas y más importante aún, nuestras relaciones personales. ¿Quién no ha hecho o recibido “Phubbing“?; si podés identificarte con alguna de las siguientes situaciones, entonces deberías empezar a replantearte tus prioridades.
a) En un restaurante por ejemplo, en lugar de conversar mientras vienen la comida chequeas tu estado de Facebook o Instagram.
b) Te ha pasado que estas mandando un mensaje y en ese momento alguien te habla y vos ni siguiera levantás la mirada para contestar, restando importancia a lo que la otra persona tiene para decirte.
c) Has hecho una pregunta y te responden sin dejar de ver el teléfono y cuando retomás el tema te dicen “ ¿de qué estás hablando?”, “¿cuándo me preguntaste eso?”
d) Te pasas tomando fotos de momentos especiales para compartirlos en redes en lugar de disfrutarlos con los presentes.
e) Entrás a un lugar y decís “buenos días”; por un instante te preguntás “¿me habrán escuchado?“.
f) Te acostás por la noche y tanto vos como tu pareja disfrutan de una serie pero cada uno con su dispositivo.
g) Le das a tu hijo el teléfono o la tableta para que coma y se entretenga con el fin de poder desentenderte un rato (inculcando el “Phubbing“sin querer ).
Puedo seguir nombrando muchas otras situaciones en las que yo también he participado, por lo que todos los días trato de limitar el uso del teléfono. Por esta razón en mi casa los dispositivos están prohibidos en la mesa y cuando salgo a cenar con mi esposo o amigas tengo en teléfono cerca pero boca abajo; sólo en caso de que me llamen mis hijos, de lo contrario procuro no verlo.
Definitivamente con la práctica del “Phubbing” existe un distanciamiento con nuestros seres queridos hasta el punto en que, a pesar de estar en la misma habitación nos podemos llegar a sentir realmente solos.
Estamos constantemente inundados de momentos “Phubbing”, ya sea provocados por nosotros o por terceros. Hagamos el propósito de ponerle atención a las personas que nos rodean, no usemos el teléfono en presencia de otra persona si estamos compartiendo con ella; conversemos más con nuestros amigos y familiares, hagámosles sentir que nos importan. Cuida tus relaciones personales e inculquemos a nuestros hijos un poco de como vivíamos antes de que la tecnología nos trajera hasta aquí.
Un abrazo y hasta la próxima.
