Laura Mata…
Que bonito es poder hablar y recordar aquellas cosas que nos hicieron soñar y que de alguna manera nos formaron como personas más preparadas para la vida y las oportunidades que ésta nos ofrece. Por eso en esta ocasión les quiero contar lo que significó para mí el ser Miss Costa Rica en el año 2000.
Los concursos de belleza y yo…
Es curioso que a pesar de ser una persona con complejos e inseguridades durante toda mi niñez y adolescencia por mi estatura, con apodos como “jirafa” y “giganta” y tratando siempre de parecer más pequeña de lo que era; terminé por inscribirme en el concurso de Miss Costa Rica.
Para que se den una idea y no se queden con la espinita de que tan alta era en aquel entonces, en la graduación de sexto grado de la escuela era más alta que la profesora y de la misma estatura de mi papá. Así es que jamás en mi vida pensé en aspirar a eso.
Motivo…
Una de mis mejores amigas (kisha Alvarado) fue Miss Costa Rica 1997 y ella siempre me decía que me inscribiera en el concurso y que me ayudaría a prepararme para eso, oferta que rechacé en varias ocasiones, primero porque tenía cero experiencia y segundo me daba demasiada pena tan solo permitirme pensar que tenía posibilidades de ganar. Así que el año 1998 después de pensarlo mucho me presenté para el Tica Linda de ese año y ya con un poco de noción de la logística de los concursos me inscribí oficialmente en Miss Costa Rica 2000.
El proceso…
En el año 2000 la responsable en la realización del concurso era la Sra. Nuria Castro; ella nos organizaba todas las actividades las cuales fueron de mucho provecho; recibimos cursos de etiqueta y protocolo, dicción, aprendíamos a maquillarnos con las maestras del maquillaje entre ellas mi querida Gina Segura, y más. Cada una por su lado buscaba también la colaboración de asesores en pasarela y desarrollo de respuestas en temas de actualidad, en mi caso fue Jose Joaquín López quién me ayudó durante el proceso.
En mi experiencia personal todo transcurrió de manera relajada, sin egoísmos o rivalidades por parte de las concursantes, todas las personas desde productores, camarógrafos, maquillistas, asistentes, choferes, etc; fueron extremadamente amables y respetuosas.
Los ensayos eran intensos sobre todo al acercarse el concurso, las prácticas de la coreografía, las pruebas de vestuario, entrevistas con el jurado, el gimnasio y la universidad desbordaban mi agenda; desde un inicio conté con el apoyo incondicional de mi familia así que disfruté cada instante del camino al máximo.
Mi impresión de la noche final…
De alguna manera y es algo que aún comento con mi mamá, reinaba en mi una sensación de tranquilidad y seguridad de que había hecho las cosas correctamente y sentí que por fin en mucho tiempo me libraba poco a poco de todas las inseguridades que traía del pasado.
En el Museo de los Niños desde el medio día aproximadamente, nos preparábamos para el gran evento, con maquillaje en proceso, rulos en el cabello, trajes ordenados; nos disponíamos diez concursantes a dar lo mejor durante las dos horas que duraba el concurso.
Cuando uno empieza a escuchar “en x minutos salimos al aire“, el corazón se acelera y las emociones llegan a su máxima potencia, salimos al escenario y todo empieza a fluir; la coreografía, primera ronda de preguntas, traje de baño, traje de noche y la elección de las 3 finalistas…, y con gran emoción escucho mi nombre de primero; siento un alivio temporal porque el corazón se me quiere salir del pecho al mismo tiempo. Nos preparamos para la segunda ronda de preguntas; ni mis pies ni mi sonrisa se sienten parte de mí, cae el agotamiento acumulado y todo empieza a pasar frente a mis ojos como si fuera una película.
Esa noche se encontraban mis padres, hermanos, tíos y amigos entre el público; llegó el momento de la pregunta final, yo por mi parte quedé satisfecha con la respuesta así que solo quedaba esperar la decisión del jurado.
Al llegar el momento de decir quién representaría al país en Miss Mundo, Miss Universo y quién sería la suplente de las dos en caso de que alguna no pudiera asistir yo sólo quería sentarme a esperar el resultado, mis nervios no daban más. El primer nombre que llamaban era la Miss Costa Rica Mundo, “ Cristine de Mezerville Ferreto” , luego el nombre que mencionaban a continuación era el de la suplente por lo tanto dentro de mi pedía “ que no digan mi nombre”; y así fue, gané el concurso y mi vida cambió.
Cambio en mi vida…
Mi vida dio un giro extremadamente positivo, conocí a muchas personas, aprendí a tener más confianza en mi misma, podía desenvolverme correctamente en cualquier circunstancia, viaje, aprendí de otras culturas y me convencí que podemos alcanzar todas las metas que nos propongamos en la vida.
Mis estudios…
Durante el concurso estaba estudiando Ingeniería en Sistemas Informáticos, me gradué un año después, luego realicé una maestría en Administración de Proyectos. Trabajé en diferentes compañías que terminaron de formarme a nivel profesional.
Concursos internacionales…
En enero del año 2000, estuve en Miss Atlántico Internacional que se realiza en Punta del Este, Uruguay; obtuve el título de Miss Elegancia 2000 y en abril del mismo año me correspondió asistir al Miss Universo, su sede fue Chipre un lugar hermoso y completamente diferente a lo que había vivido antes.
El Miss Universo fue una oportunidad única, rodeada por personas de diferentes países provocando un intercambio cultural impresionante y generando nuevos contactos y amistades.
Actualmente…
Después de las experiencias dentro de los concursos y volviendo un poco más al presente les cuento que en el año 2004 me casé por lo civil con quién fue mi novio en Tica Linda y Miss Costa Rica, en el 2007 tuve la fortuna de convertirme en madre, bendición que se repitió en el 2009; ese mismo año inicié un pequeño negocio de arreglos frutales “Decofruits” para poder administrar mi tiempo de acuerdo a mis necesidades como madre; ahora solo trabajo los arreglos para ocasiones especiales.
Hoy en día a mis 40 años me casé por la iglesia, una hermosa manera de renovar nuestro matrimonio. Realmente me siento plena y agradecida con Dios y la vida, estoy en una etapa de re-invención y deseo profundo de hacer algo que me llene de satisfacción personal por esta razón llega a mi mente la idea de crear “El 4to piso”, un lugar donde compartiré historias, experiencias, reflexiones, consejos entre otros aspectos desde una óptica personal”.